De tus labios carmesí,
probé sus mieles benditas,
y un ramito de estrellitas
te brindé con frenesí.
Puse en ti mi amor entero
junto con mi corazón,
te volviste mi razón
y te cuidé con esmero.
Con amor borré tus penas
y te di felicidad,
pues con gran intensidad
te adoré en noches serenas.
Loca de amor, en mis brazos,
me entregaste tus caricias,
de tu alma y tus delicias,
me obsequiaste los retazos.
A tus pies yace mi orgullo,
gracias a tu hechizo ardiente,
hoy te digo solamente:
amor! ya soy todo tuyo.
Raúl Valdéz
No hay comentarios:
Publicar un comentario